miércoles, 4 de mayo de 2016

Descripción de la actividad Caso: El Testamento

Actividad en Clase
Dramatización del Caso: El Testamento.

Uso del Punto y la Coma.

Objetivo general: El objetivo de esta actividad es que los alumnos comprendan que los signos de puntuación son tan importantes que incluso pueden cambiar por completo el sentido de un texto.

Descripción de la actividad: Una vez terminada la clase del tema N° 3, Uso del Punto y la Coma, repartimos a cada estudiante un texto con un testamento (Actividad). Y le asignamos un personaje. Les contamos la historia de que le han dejado unos bienes y que para recibirlos tendrán que colocar los signos donde crean que deban ir para que  el testamento este a  su favor (dividimos la clase en el sobrino Juan, el hermano Luis, el sastre, los jesuitas y el juez. Este último tendrá que colocar los signos también  al texto y decidir a quién se lo deja.

Contenido del Material.
Se cuenta que un señor, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente testamento sin signos de puntuación:

«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo».

¿CÓMO INTERPRETAR ESTE CONFUSO TESTAMENTO?

El juez encargado de resolverlo reunió a los posibles herederos, es decir, al sobrino Juan, al hermano Luis, al sastre y a los jesuitas. Les entregó una copia del confuso testamento para que le ayudaran a resolver el dilema. Al día siguiente, cada heredero aportó al juez una copia del testamento con signos de puntuación.

Tarjetas para entregar a los personajes:









Solución para el profesor:
- Juan, el sobrino: «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
 - Luis, el hermano: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis!. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
 - El sastre: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
- Los jesuitas: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».

 - El juez todavía pudo añadir otra interpretación:
« ¿Dejo  mis  bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

 Así que el señor juez, ante  la  imposibilidad de  nombrar heredero, tomó  la  siguiente  decisión: «... por lo que no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez me incauto de ella en nombre del Estado y sin más que tratar queda terminado el asunto»




Fin de la actividad

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