Actividad en Clase
Dramatización del Caso: El
Testamento.
Uso del Punto y la Coma.
Objetivo general: El objetivo de esta actividad es que los alumnos
comprendan que los signos de puntuación son tan importantes que incluso pueden
cambiar por completo el sentido de un texto.
Descripción de la actividad: Una vez terminada la clase del tema N°
3, Uso del Punto y la Coma, repartimos a cada estudiante un texto con un
testamento (Actividad). Y le asignamos un personaje. Les contamos la historia
de que le han dejado unos bienes y que para recibirlos tendrán que colocar los
signos donde crean que deban ir para que
el testamento este a su favor
(dividimos la clase en el sobrino Juan, el hermano Luis, el sastre, los
jesuitas y el juez. Este último tendrá que colocar los signos también al texto y decidir a quién se lo deja.
Contenido del Material.
Se cuenta que un señor, por
ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente testamento sin signos de
puntuación:
«Dejo mis bienes a mi
sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre
nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo».
¿CÓMO INTERPRETAR
ESTE CONFUSO TESTAMENTO?
El juez encargado de resolverlo
reunió a los posibles herederos, es decir, al sobrino Juan, al hermano Luis, al
sastre y a los jesuitas. Les entregó una copia del confuso testamento para que
le ayudaran a resolver el dilema. Al día siguiente, cada heredero aportó al
juez una copia del testamento con signos de puntuación.
Tarjetas para entregar a los
personajes:
Solución para el profesor:
- Juan, el sobrino: «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a
mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de
ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
-
Luis, el hermano: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi
hermano Luis!. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún
modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
- El sastre: « ¿Dejo
mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará
la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es
mi deseo».
- Los jesuitas: « ¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A
mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de
ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».
- El juez todavía pudo añadir
otra interpretación:
« ¿Dejo mis
bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se
pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo
dicho es mi deseo».
Así que el señor juez, ante la
imposibilidad de nombrar heredero,
tomó la
siguiente decisión: «... por
lo que no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez me incauto de
ella en nombre del Estado y sin más que tratar queda terminado el asunto»
Fin de la actividad
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